El CEO vagabundo y la hija mimada del millonario

El CEO vagabundo y la hija mimada del millonarioES

Romántica
DiegoAlmary  Completo
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Resumen
Índice

Entre el lujo y el dinero, Esther ha hecho en su vida lo que le ha dado la gana acunada siempre por el poder de su padre, pero cuando él la obliga a casase por negocios, Esther encuentra una nueva oportunidad para salirse con la suya, por eso, contrata a un vagabundo para que se haga pasar por su novio en la cita en la que conocerá a su futuro esposo. Lleno de humillación, su padre la obliga a contraer matrimonio con el extraño vagabundo en busca de darle una lección y a él lo obliga con su poder, pero ¿Quién es ese extraño hombre de ojos claros y manos masculinas? Se pregunta Esther constantemente. A pesar de su aspecto andrajoso, no parece para nada un hombre de la calle y hay algo tras él que la llena de miedo y erotismo, pero el hombre (que no parece nada contento con el compromiso obligatorio) le hará la vida imposible a la hija mimada del millonario. Ella y sus cosas habían arruinado su perfecta venganza… o quizá no.  

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Maureen Muñoz Chacón
Excelente como siempre
2024-02-07 07:13:22
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Mariela Rodríguez
Me fascinó está novela de acción y suspenso gracias Diego ...
2023-12-27 11:16:46
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Dalia Beltran
cómo siempre un gusto leer tus historias!!
2023-10-17 10:40:15
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melisa
...️...️...️...️...️...️...️...️
2023-09-29 22:16:03
1
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melisa
muy bueno este capítulo y vamos por muchos más éxitos!!!
2023-09-28 19:44:24
1
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melisa
que pena ,que ya esté en su final,🥹🥹🥹🥹 ésta historia me encantó ...️...️...️...️
2023-09-28 19:43:52
1
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Eloisa
Tremendo capituló me dio nervios estoy ansiosa por el siguiente
2023-09-26 23:03:31
1
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melisa
muy buen capitulo!!!!
2023-09-26 21:27:42
2
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melisa
mejor aliada no pudieron elegir .........
2023-09-26 21:27:31
1
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melisa
muy buen capitulo!!!! la verdad es de película,solo me faltan las palomitas ...
2023-09-23 21:52:35
1
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Eloisa
Esta historia pone a comer uñas
2023-09-21 22:21:10
1
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melisa
Dios que nervios con este capítulo!!!!
2023-09-21 18:09:46
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melisa
joder Emily vas a ser mi héroe !!!! sus formas me encantan ............ abajo perra !!! ............
2023-09-21 18:09:31
1
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melisa
espectaculares capítulos!!!
2023-09-20 03:29:32
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melisa
noooo ojalá ese viejo no la reconozca !!!! termino en lo mejor ...️‍🩹
2023-09-20 03:29:23
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50 chapters
1| El vagabunodo.
— ¡Qué diablos está pasando aquí? — gritó Esther cuando abrió la puerta de la oficina de su prometido y lo encontró con su hermanastra Leidy, ambos semidesnudos sobre su escritorio.El hombre abrió los ojos asustado y se apartó de la mujer que cayó de espadas por detrás del escritorio.Esther no conocía a su prometido, su padre lo había escogido para concretar un negocio y se suponía que se conocerían esa tarde en una cena, pero Esther quería verlo antes, hablar con él y aclarar las cosas, nunca se imaginó lo que encontró.— ¿Esther? Espera, no es lo que parece — Esther dio un paso atrás, quería salir corriendo del lugar, pero sintió tanta rabia con su hermanastra que quiso golpearla. Ambas se odiaban, de seguro se había metido con su prometido a propósito y que era su jefe, así que se volvió hacia ella y la miró, la muchacha tenía el cabello oscuro muy revuelto y lloraba, pero Esther notó algo raro, ya estaba llorando antes de que abriera la puerta.— ¿Leidy? — le preguntó Esther y l
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2| Nuevo hogar.
Esther estaba sentada en la sala de reuniones de la casa de su padre, tenía el corazón acelerado, pero se sentía confiada. Imaginó que era imposible que su padre cumpliera lo que le había prometido. ¿Cómo podía casarla con un vagabundo?Por la puerta entró un hombre en traje que cargaba unos papeles y los dejó sobre la mesa frente a ella.Su padre, acompañado de su esposa, la madrastra de Esther, y un par de hombres entraron en la sala. La mujer traía un ramo de rosas que le tendió a Esther y la muchacha le pidió ayuda con la mirada, pero la madrastra no la miró a los ojos, Esther sabía que no podía ayudarla, aunque quisiera.Cuando la puerta se abrió de nuevo un par de hombres entraron por la puerta arrastrando al vagabundo que tenía un ojo morado y el labio roto. Era más alto que los dos guardaespaldas, pero la ropa gruesa no le permitió saber si era un hombre ancho o delgado.Lo sentaron de golpe en la silla a su lado y él se sujetó el costado, como si lo hubieran golpeado.— Estam
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3| Lo que el hambre provoca.
Esther levantó las manos cuando la mujer se le abalanzó encima y logró agarrarla de las muñecas.— Él es para mí — le decía la mujer, Esther le apretó con fuerza las muñecas, si la soltaba la apuñalaría.— Espera, no sé de qué hablas — le suplicó Esther — no tienes que hacer esto.— Sí tengo que hacerlo, si destruyo tu linda cara él no te verá atractiva él será mi hombre y no te interpondrás en mi camino — Esther sintió que la rabia superaba al miedo, así que le lanzó una patada al estómago a la mujer y la hizo retroceder un par de pasos.— Pues eso no será posible, porque ya estamos casados — Esther le enseñó el anillo barato que su padre le había obligado a usar y la otra mujer, Emily, se le lanzó con más rabia todavía.Logró hacerle una herida en el hombro a Esther con el cuchillo, pero no una herida muy grande, solo un rasguño. Esther logró morderle la mano donde tenía el cuchillo y cuando la otra lo soltó cayó al agua.— Voy a matarte maldita perr4 — le gritó la mujer a Esther, l
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4| Someterse.
El policía había lanzado a Esther en la celda más honda que encontró, y en el camino la empujó y le dijo de varias formas que era una sucia vagabunda y no lo entendió hasta que estuvo dentro de la celda y frente a una pared con un escudo tan bien pulido que funcionaba como espejo.Estaba sucia, con la ropa rota y el pelo enmarañado, en serio parecía una completa mujer de la calle y se sintió avergonzada por ello. ¿Cómo su padre había permitido que le sucediera eso?«Es tu culpa» se dijo a sí misma en un pensamiento intrusivo «Si no hubiera contratado al vagabundo estarías planeando la boda más costosa y llamativa de la ciudad. Pero con un violad0r…»— ¡Tengo hambre! — gritó por entre los barrotes a quien pudiera oírla, pero nadie llegó, así que se acostó en la cama estrecha de colchón duro y se aseguró de no volver a llorar.Intentó dormir, pero el frío que entraba por los barrotes estrechos que daban a la calle y que acarreaban un par de copos de nieve de vez en cuando era insoportab
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5| Sácame de aquí.
El vagabundo compró un café con pan y una sopa y Esther pensó era para él, pero lo guardó en una bolsa mientras se abrazaba a sí mismo.Esther pudo sentir algún tipo de culpa por que ella tenía el abrigo de él y por eso pasaba frío, pero el hombre se le hacía tan desagradable que se sintió menos culpable.Cuando llegaron bajo el puente la tarde comenzaba a caer y la temperatura cayó considerablemente, su respiración hacía vaho en el aire.Cuando llegaron bajo el puente todos los presentes miraron a León con respeto y lo saludaron con alegría, como si fuera una persona importante o especial y eso la hizo sentir incómoda. Luego lo pensó detenidamente.El hombre era grande y parecía sano y fuerte, joven, hasta parecía que pensaba, ¿Por qué era una vagabundo? Podía conseguir trabajo de albañil o de cualquier otra cosa física. Era un mantenido que le daba pereza trabajar y por eso pedía limosna y eso hizo que el hombre le cayera aún peor.El lugar tenía un fuerte olor a carne frita que le
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6| Enfrentar las consecuancias.
Esther sintió un vuelco en el estómago, León estaba de pie frente al auto con el gesto tan apretado que parecía irreconocible y Carlo apretó con fuerza el volante.— Es él — dijo aterrada, aunque sabía que su hermano ya lo conocía. Carlo comenzó a quitarse el cinturón de seguridad y ella se le colgó del brazo — ¿A dónde vas?— A hablar de cuñado a cuñado — pero Esther no lo soltó, sintió que si lo dejaba ir el vagabundo terminaría por convencerlo de que la dejara y ella ya no quería, no le importaban las consecuencias, solo quería salir de ahí y alejarse de todo aquello — Esther, suéltame, todo va a estar bien — ella lo soltó y su hermano bajó del auto y caminó hacia donde estaba el vagabundo.Esther bajó el vidrio de la puerta para escuchar lo que estaban diciendo, pero los hombres se alejaron unos metros.Comenzaron a discutir acaloradamente y ella se mordió las uñas hasta que llegó a la piel. De un momento Carlo se pasó los dedos por el rubio cabello. Su hermano era muy alto, y a p
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7| La forma de la calle.
Esther llegó al menos una hora más tarde al puente, tenía los dedos rasguñados de la ardilla, pero había logrado atraparla cuando se metió a un bote de la basura huyendo de ella y Esther la agarró con las manos desnudas y la apretó del cuello hasta que el pobre animalito se quedó quieto.Cuando entró al túnel León ya estaba ahí, tenía un libro sucio en las manos que estaba leyendo y Esther le lanzó la ardilla muerta que cayó en el libro abierto y él la miró raro.— ¿Ves? Conseguí la cena — se mofó. Ya no le daba lástima ni asco de la ardilla, tenía tanta hambre que podía desollarla ella misma. León le tendió la ardilla a Dora, la anciana vagabunda, que sacó un cuchillo y comenzó a arreglarla.A pesar del desprecio de su hermano, Esther sintió un poco de energía renovada, más por el orgullo que por otra cosa, les demostraría que ella podía con eso, le demostraría a su padre que ella podía y cuando la perdonara todo eso sería nomás un mal recuerdo.— Mira tus manos — le dijo León y Esth
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8| Terror.
Esther sintió miedo, no: Terror, un terror profundo que impidió que dejara de gritar.Se removió y trató de golpear a los hombres, pero eran mucho más fuertes que ella y no pudo librarse.— ¡León! — gritó de nuevo, sabía que el hombre estaba muy lejos para ayudarla, pero tenía que pedir ayuda — ¡Auxilio!— ¡Cállate! — le gritó uno de los hombres dándole un puño en el estómago que le arrancó el aliento.Comenzaron a quitarle la blusa y en el proceso la rasgaron bastante. Esther sintió como el frio del ambiente se le coló por la ropa y pensó que ya no habría marcha atrás, que esos hombres la tomarían a la fuerza y luego la matarían, pero no lo haría sin luchar.En un descuido del que le quitaba la blusa Esther lo mordió, sintió como los dientes entraron en la carne y la boca se le llenó de sangre.— Voy a matar a esta sucia… estúpida — sacó un pistola y le apuntó a Esther a la cabeza y ella cerró los ojos, era mejor morir en ese momento que tomada por ambos hombres, pero algo pasó, se e
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9| Mi casa.
Esther lanzó un grito de terror cuando la fría hoja se le hundió en la carne. Emily se acercó a ella y le habló de cerca.— He esperado mucho tiempo por León y no dejaré que cualquier arrimada me lo quite — su aliento era hediondo y pútrido, pero Esther la empujó y el dolor del cuchillo al salir fue más fuerte que al entrar.Cayó sentada sobre la nieve fría, pero tenía las manos entumecidas y no logró arrastrarse bien. Emily vio el cuchillo y pareció consternada.— Fue muy hondo — murmuró, como si se hubiera arrepentido de haberla herido, pero luego una sonrisa tonta se pintó en su cara — bueno, otra vagabunda sin nombre muerta por ahí.— ¡León! — le gritó Esther al hombre, pero la voz le salió ahogada. Sintió como la sangre se deslizó por dentro de su ropa y manchó el abrigo de León. Emily se abalanzó hacia ella y Esther trató de pararse y correr, pero las piernas no le funcionaron.La mujer la tomó por el cabello y le puso la hoja del cuchillo en la mejilla.— Te voy a dejar tan fea
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10| La mansión.
A Esther le dolió la cabeza, un mareo hizo que se tuviera que agarrar de la pared para no caer al suelo. con la mirada buscó la bacinica, pero se había escapado de su mano.León se estaba acariciando el chichón que comenzaba a formarse en su cabeza y Esther parpadeó para poder entender lo que estaba viendo.Era él, el vagabundo. Tenía unos pantalones cortos que le llegaban a la mitad de la pierna y que dejaba ver unos muslos portentosos, una camisa sin magas que exhibía unos brazos tan fuertes que no le costó nada de esfuerzo agarrarla cuando se fue de lado.— Perdiste mucha sangre — le dijo León, la tomó de la cadera y la sostuvo — mira, te abriste la herida —Esther bajó la mirada, una mancha de sangre cubría la blusa blanca y sintió más mareo.— ¿Qué está pasando? — León la cargó como la noche en que casi abusan de ella y la metió dentro de la casa. Esther, presa del mareo, dejó la cabeza sobre el hombro de él y aspiró su olor. Olía a él, a ese olor extraño pero limpio, que le parec
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