Olivia salió de su habitación sin tomar muchas precauciones con respecto a su cuerpo, pues la mayoría de las marcas estaban en zonas que nadie podía ver, solo la herida de su labio era visible, aunque claro que eso no evitaba el sentirse culpable, por solo ver a Amir usar una de las túnicas típicas de la zona, de cuello alto, algo que ayudaba a ocultar, la línea roja que había dejado el roce de la tela en el cuello del CEO, producto de la pasión y un fetiche que Olivia desconocía en absoluto que poseía.
—Theo, ¿dónde te habías metido?
Indagó Olivia, una vez que su hermano mayor llegó al jardín, justo para desayunar.
—Solo salí a dar un paseo, ¿qué te sucedió?
Indago de inmediato, llevando su mano al rostro de Olivia, pero un instante antes de poder tocarlo, la mano de Amir lo detuvo de la muñeca.
—Pequeños accidentes que ocurren cuando hay demasiada pasión en una pareja, no toques a mi esposa.
Agregó con voz casi tenebrosa, mientras Olivia ponía los ojos en blanco, y Theo lanzaba un b