Olivia trataba de mantener la calma, mientras Amir conducía su lujoso vehículo al departamento donde ella vivía.
Olivia recordaba que una vez su jefe había irrumpido en su hogar, cuando ella padeció un horrible resfriado que la mantuvo en cama, recordaba lo molesta que se sintió en ese momento, pues no podía creer que el CEO en realidad asegurara que no comprendía los documentos que había llevado para que ella analizara, era completamente ridículo y, aun así, no se preocupó más de la cuenta, ahora sin embargo…
—Debes saber que no estoy acostumbrada a recibir visitas en mi hogar, salvo a mi madre. —advirtió quizás con un poco de desespero en la voz, y Amir la vio curioso.
—Lo comprendo, aunque no entiendo tu necesidad de aclararme tal cosa, soy consciente que hasta hoy eras una mujer libre, no pienso cuestionarte por tu pasado.
Dijo quizás de forma engreída Amir, y es que este hombre sabía que Olivia era una persona muy activa sexualmente, algo que esperaba que no cambiase, aunque clar