—Yo no sabía que era usted, yo…
Ni siquiera sabía por qué decía eso, tal vez porque en verdad el último año había fantaseado con Amir Rossi, preguntándose si sus grandes manos serían capaces de tomar al completo sus pechos, una vez incluso trató de medirlas, tomando como referencia la medida de los documentos que a diario le pasaba, quizás eso era lo que la hacía sentir tan avergonzada, tal vez lo que le inquietaba era que el hombre pensara que ella era una caza fortunas, porque en verdad Olivia había aprendido a ganarse lo suyo, así la habían criado sus padres y no podía permitir bajo ningún concepto de que pensara que su familia era una aprovechada o una abusiva que había criado a una mujer para ir tras la fortuna de algún hombre.
—Eso no tiene por qué preocuparte, porque en el instante que abrí la puerta yo sí supe que eras tú.
Confesó sin nada de vergüenza Amir, porque claro que no le diría que llevaba años vigilando cada uno de sus movimientos, buscando la forma de atraparla sin