Mundo ficciónIniciar sesiónEl sonido del reloj de péndulo marcó las ocho en punto en la mansión Suárez. En el salón principal, decorado con mármol blanco y cortinas de seda marfil, una sirvienta entró con un sobre grueso en las manos. Lo entregó a Aníbal con una leve reverencia.
—Ha llegado esto, señor. Es de parte del señor Arturo de la Vega.Aníbal levantó la vista desde su copa de brandy y tomó el sobre con la solemnidad que merecía. Reconoció el sello dorado en relieve y arqueó una ceja.—Vaya… —murmuró.Abrió el sobre con cuidado. El papel era de un gramaje exquisito, y la caligrafía, elegante. Tras unos segundos, alzó la voz.—Estamos oficialmente invitados a la gala benéfica del próximo sábado. Será en el Grand Royal. Un evento privado… y bastante exclusivo.Greta, sentada en un sofá cercano y hojeando una revista de moda, alzó la cabeza con curiosidad.—¿Una gala? ¿Importante?—Muy —confirmó su padre—. Arturo de la Vega no invita






