Capítulo 86

Lyam

El aire del bosque era espeso, húmedo, cargado de un silencio que parecía contener la respiración de todo lo que nos rodeaba. Los grillos se habían apagado, como si incluso ellos supieran que algo grande estaba a punto de ocurrir. Mi corazón golpeaba con fuerza contra mi pecho, no por el peso de la misión, sino por el conflicto que se gestaba en mi interior. A cada paso que daba, las hojas secas crujían bajo mis botas, pero lo que de verdad resonaba era la voz de mi lobo aullando en mi cabeza:

—Ella está cerca… nuestra compañera está aquí…

Quería taparme los oídos, quería apagar esa llamada que me partía en dos, pero era imposible. Sentía su aroma lejano, diluido entre los pinos y la humedad de la tierra. Era como un eco que me arrastraba, una promesa y una maldición al mismo tiempo. Mis manos sudaban, mis músculos tensos como cuerdas a punto de romperse, y aun así seguía caminando al lado de Grayson, que avanzaba con la firmeza de un rey y el peso de mil responsabilidades sobre
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP