Aurora entró al restaurante privado en las afueras de la ciudad, un lugar al que solo se podía acceder por un ascensor secreto escondido al final de un pasillo estrecho, custodiado por dos hombres mitad humanos y mitad lobos. Este lugar pertenecía a Sebastian Knight y solo unas pocas personas tenían permiso para entrar. Aurora llevaba un vestido de satén negro sin mangas, y al fondo del salón, Sebastian estaba sentado.
—Pensé que no vendrías —dijo Sebastian, jalando la silla frente a él.
—No me gusta postergar lo importante. Dijiste que era una emergencia —respondió Aurora, tomando asiento.
Sebastian esbozó una pequeña sonrisa. —Todo se vuelve una emergencia cuando escucho que tu Beta habla demasiado con Arc.
—¿Así que esta reunión es por celos?
—Sabes que esto no va de sentimientos. Se trata de confianza.
—Valerie sabe cuál es su deber. Si Arc se le acerca, lo único que obtendrá será una ilusión, no información.
Sebastian dejó su copa de vino sobre la mesa. —Ilusión o no, no juego co