Confusión.
No existe otra palabra que defina las marañas de pensamientos, de ideas que tiene mi cabeza, que tengo de tan solo no comprender, como una de las personas que es mas cercana a mi, una amiga con la cual compartí, reí y crecí con ella, como puede tener lagrimas en los ojos, pero no por los golpes que distingo y se que le dieron, sino por que Lily y yo deseamos con toda el alma romperle el cuello, al despreciable que tengo en mis patas delanteras.
- ¡por favor Melody!, ¡no lo mates! - grita por tercera ves, dándome rabia, impotencia, confusión, mil sentimientos por no saber que le pasa por la cabeza para querer que me detenga.
Estoy apunto de hablar, cuando la voz adolorida de Amanda llena el lugar con sus gritos.
- ¡que diablos tienes en la cabeza Sophia!, ¡como puedes querer salvar a ese chupa sangre! - espeta Amanda igual de confundida y furiosa que yo, empezándose a aguar sus ojos - ¡mátalo Melody!, ¡mándalo al infierno!
Veo como las lagrimas brotan sin parar por los ojos