*—Callum:
Se sentía como en la novena nube.
Callum suspiró profundamente, rodeándose con sus propios brazos mientras contemplaba el patio iluminado por las farolas exteriores. La luz dorada acariciaba el césped y los árboles, dándole al lugar un aire casi mágico, como si la vida le estuviera ofreciendo un escenario de ensueño después de tanto dolor. Desde el interior de la casa llegaban risas, voces cálidas y el tintinear de copas; familiares y amigos celebraban la bienvenida de los bebés, pero Callum había salido a la terraza buscando un respiro, un momento para asimilar todo lo que sentía.
Nunca pensó que su vida tomaría un rumbo como este.
Casi un año atrás, había tenido lo que pensaba era estabilidad: un matrimonio en el que creyó, un trabajo estable y una rutina tranquila. Sin embargo, esa calma resultó frágil. Lo traicionaron en lo más íntimo, lo humillaron en lo profesional y lo arrancaron de todo lo que conocía. En cuestión de días perdió lo que pensaba que era su mundo… pero