*—Dominick:
Esto no podía estar pasando.
Dominick se tomó la cabeza con ambas manos y tiró de su cabello, enredado entre sus dedos sudorosos por lo que estaba sucediendo.
El murmullo suave en la sala le perforaba los oídos y el olor a antiséptico, era como si fuera un recordatorio de su fracaso, de su ceguera. Tenía el corazón apretado en el pecho y una pregunta quemándole el alma.
¿Por qué no se lo dijo? ¿Por qué?
Podía soportar muchas cosas, pero no esa mirada dolida y temerosa, ese rostro bañado en lágrimas mientras lo veía descubrir la verdad. Callum estaba embarazado. Su omega. Su pareja. Su todo. Llevaba dentro de sí una vida… su hijo. Y Dominick no tenía idea. Ni una sospecha. Ni una pista.
¿En qué momento se volvió tan ciego?
¿Tan centrado en proteger, en controlar, en mantener todo bajo control… que no vio que la persona que más amaba estaba rompiéndose desde adentro?
Callum debía de saberlo desde hace semanas, pero Dominick no había prestado la suficiente atención. Y más qu