*—Dominick:
Un suspiro pesado escapó de sus labios mientras aflojaba la corbata con manos tensas. Sentía el cuello sofocado, como si algo invisible apretara con fuerza, impidiéndole respirar con normalidad. Aun así, Dominick sabía perfectamente lo que era. Ese calor que subía desde su pecho, la inquietud creciente bajo su piel, el jadeo irregular, la ansiedad punzante…
Era su Rut y estaba llegando.
Dominick apretó el volante con fuerza mientras su lengua pasaba por sus labios resecos. Era esa fecha del mes otra vez, y a diferencia de las veces anteriores, ahora no podría compartir ese ciclo con su pareja. No esta vez.
Callum estaba embarazado, y aunque su estado avanzaba estable, sin complicaciones aparentes, el riesgo seguía latente. Cualquier actividad sexual intensa podía comprometer el embarazo, y el Rut no era precisamente suave o considerado.
Por más que lo deseara, por más que se le hiciera agua la boca solo de imaginar a Callum desnudo y rendido ante él, Dominick no podía da