Capítulo 126 —Cromosoma imaginario
Narrador:
El Diablo llamó a sus hijos, al despacho justo después del atardecer. No porque fuera más poético, sino porque a esa hora los gemelos estaban menos peligrosamente creativos. Sofía entró como quien va a una obra de teatro; Mateo, como quien fue arrastrado contra su voluntad. Se sentaron en los sillones frente al escritorio. Mateo cruzó los brazos, tenso como si esperara un castigo. Sofía, en cambio, tenía los ojos peligrosamente brillantes, pues como bien le había dicho Aylin al Diablo, ellos, sobre todo ella, se emocionaban de estar allí.
—¿Hicimos algo malo? —preguntó Mateo, directo al grano.
—Todavía no —dijo el Diablo, sentándose frente a ellos —Pero si nadie les explica algunas cosas, eventualmente lo harán… de formas trágicamente estúpidas.
Sofía alzó una ceja.
—¿Esto es por lo de los bebés?
Él asintió, con la resignación de quien ya no domina el juego.
—Ajá.
—¿Y lo vas a explicar tu?, porque Sasha me lo dijo, pero no le creí
—Pues no t