Una emotiva boda, un final inesperado.
Pronto las lunas aparecieron en la puerta de la iglesia, las hermanas estaban muy bellas.
Alejandra vestía un bello vestido azul de corset con pedrería, en la parte de la falda de la cintura hacia abajo, llevaba una capa que le daba ese toque real, sus zapatillas a tono y con tiras incrustadas por pequeños diamantes. Decían por si solos que eran costosos.
El largo cabello de la reina estaba trenzado y acomodado en un recogido decorado por una tiara de diamantes y zafiros, en su cuello un collar con una fina joya azul, al igual que los pendientes, la reina lucía impresionantemente bella.
La mirada verde mar de Leonardo Salvatore brilló por unos instantes anunciando que su lobo había estado allí admirando la exquisita belleza de su luna.
El Alfa Salvatore apreciaba a su amada luna, y la anhelaba tanto. El estaba pagando muriendo lento sin ella por no haberla valorado cuando la tuvo solo para él.
Los tres cachorros lindos y adorables, e impecablemente vestidos con un atuen