Pelearé por mi compañera hasta mi último aliento.
El requerimiento del Alfa Salvatore había quedado en el aire como una amenaza, y no una amenaza cualquiera, si ni de una de muerte.
— Escucha Salvatore, he tenido a Alejandra bajo mi protección por tres años, la recibí llena de heridas, ella los cachorros estaban heridos y huyendo de algo que amenazaba sus vidas.
— Ella tuvo un accidente justo antes de dar a luz a mis cachorros. Pero eso no quiere decir que yo la haya mal tratado. — Respondió Leonardo con seriedad.
— No, no fuiste tú, pero si permitirse que la hirieran, que hirieran a tus cachorros, no hiciste nada para protegerla, no hiciste nada para cuidarla, ¿por qué... dónde es que estabas? Ah si, estabas de paseo con tu amante, tu primer amor a la que nunca dejaste mientras tenías a Alejandra de compañera. ¡Eres bastante descarado al venir como si nada a querer llevártela!
— ¡No opines de lo que no sabes, nunca he tenido una amante, no le fuí infiel a mi luna, todo fue un mal entendido!
— Oigan a este, se fue con