Entrega de rey y reina.
Ese día que terminaba había sido de gran dicha para algunos Alfas. Ellos estaban hablando temas de lobos solteros, fue por eso que el rey decidió retirarse a su habitación.
Un empleado del castillo lo guió hasta allá, subieron las escaleras y fueron hacia el ala este, el lugar era elegante, había cuadros y esculturas costosas, el buen gusto reinaba ahí, caminaron hasta un gran puerta de madera tallada, más justo antes de entrar, el Alfa preguntó.
— ¿En qué habitación están mis cachorros?
— Ellos están en aquella habitación, la que tiene la puerta color marfil. — El centinela señaló el lugar que estaba a unos diez metros de distancia.
— Bien...
— Que pase buena noche rey Salvatore.
Leonardo entró a la habitación, no sabía que se iba a encontrar adentro, si su luna se encontraría allí, o si el cuarto estaría vacío.
Estaba oscuro pero con su perfecta vista pudo ver que la cama estaba ocupada, el aroma de Alejandra llegó a sus fosas nasales cuando respiró profundo, más s