Un mismo ser...
En la habitación de Angya, el Alfa Angelino entraba observándola dormir, ella seguro que estaba agotada por lo que habían hecho. Y aunque deseaba tomarla de nuevo, no debía forzar su cuerpo.
El segundo Alfa Salvatore, se desvistió y se vistió con una pijama azul marino de pantalón y manga larga, la ventana estaba abierta y entraba el aire helado de la noche.
— Te dejaré descansar esta noche mi hermosa luna, pero dormirás abrazada a mí, a tu Alfa. — Angelino estaba muy posesivo. Había esperado mucho tiempo a su compañera, ahora que la tenía se sentía completo y feliz, pero también se sentía muy territorial.
— Angelino... ¿Estás aquí...?
— Por supuesto que estoy aquí, acércate y abrázame.
— Espera... Si Alejandra te ve aquí, ella se va a enfadar. No estamos casados aún... — La bella lobos seguía adormilada.
— Mi cuñada tendrá que disculparme, pero yo no puedo estar sin ti cerca, nos casaremos pronto, eso te lo prometo, además ella... Leonardo está con mi cuñada ahora m