El viaje de los Alfas y sus lunas.
En la habitación del Alfa Romano, él miraba fijamente a su luna mientras ambos tomaban un rico baño caliente.
— Tú... Nunca me contaste que tenías un poder especial que te había dado la diosa luna. Y... Soy, tu Alfa, tu compañero. ¿Acaso no confías en mi?
— ¿Por qué no confiaría en tí? Es solo que... No lo consideré relevante.
— ¡¿Cómo dices?! ¡Salvaron a todos esos poderosos Alfas, curaron sus heridas, a algunos como a mi los volvieron a la vida cuando creíamos que nos iríamos a la eternidad, acabaron con todo ese clan de vampiros sanguinarios y despiadados!
— Ustedes fueron los que pelearon con valentía y coraje contra esos no vivos, nosotros solamente les dimos una mano.
— ¡Por la diosa luna, acabaron con el más poderoso ser antiguo que existía sobre la faz de la tierra! Stefano Drakal había exterminado pueblos enteros, nada ni nadie podía detenerlo. Era el terror de muchas especies. él... el fué quien mató a mi madre y a mí antigua luna...
— Joshua... Lo siento t