El Alfa Romano se entera de la verdad.
El avión privado estaba por aterrizar, llegarían de noche a la prospera manada del Alfa Romano.
— Joana, ¿Vas a dejar de llorar en algún momento? Estás embarazada de mi hijo, ¿Tan malo es para tí? ¿Es que acaso no me amas lo suficiente?
El joven Alfa que no era muy paciente, ya estaba enfrentando a su destinada, y delante de todos.
— No seas insensible, Lorenzo, ¿Te puedes imaginar que yo le tuviera que decir a papá que estoy embarazada de Joshino? ¡Le causaría una gran decepción, se enfurecería, la tomaría contra mi destinado!
— Aleska, no creo que estés ayudando mucho a Joana, solo harás que se preocupe más. — Lionel decía a su hermana.
— ¿Cómo puedes decir esas cosas Lorenzo? Si no te amara jamás habría...
— Suficiente, ¿Es que ustedes no me respetan? Hicieron lo que hicieron sin que les importara un comino lo que yo o mi padre pensáramos o hiciéramos al respeto, ahora Lorenzo así como te sedujo, así va a enfrentar a papá. Yo te rompo el hocico solo por mi luna, no