El estilizado y elegante vampiro que vestía un outfit estilo antiguo con un saco morado oscuro, tenía su largo cabello atado en una colega baja.

— ¡Aleska, pero por el infierno querida, luces tan hermosa, nadie brilla tanto como tú está noche! — El no vivo besó la mano de la loba, pero sin dejar de mirarla a los ojos.

— Pierre, ¿Te he dicho que tienes unos maravillosos ojos dorados y preciosos? Volverías loca a cualquier chica solo con esa misteriosa mirada.

— Es un halago que tú me lo digas, me alegro que te gusten los ojos, ya que si tú quieres pueden ser solo tuyos.

— Ohhhh, eres tan galante como pocos, tan especial, ¿Qué fue lo que te hizo fijarte en mi?

— ¿Por dónde empiezo? Obviamente porque eres hermosa, tienes un carácter del demonio, me encantan tus carnosos labios, y daría lo que fuera por seducirte y llevarte a mi cama... Oh, no me mal entiendas, te quiero para una relación seria Aleska, no veo el momento en el que aceptes ser mi novia.

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