~Elena~
Seis meses después, mi vida era otra.
Sin el lazo de pareja, por fin me sentía yo misma. El refugio iba muy bien, empezamos a recibir criaturas mágicas de todo el país.
Dagmar y yo ya éramos algo serio. Su paciencia, su forma de entenderme y su apoyo incondicional me ayudaron a volver a confiar en el amor y a abrirle mi corazón.
—¿En qué piensas? —dijo Dagmar abrazándome por la espalda y dándome un beso en el cabello.
—En lo mucho que han cambiado las cosas en tan poco tiempo —dije aún pensativa y lo abracé más fuerte para sentir su calor.
—¿Y fueron cambios para bien o para mal?
—Fue para lo mejor —sonreí y lo besé.
Estábamos en el patio del refugio, mirando cómo el atardecer pintaba de amarillo el mar. Riley y los otros animalitos jugaban en el pasto. Era justo la vida que siempre soñé.
—Llegó una carta para ti —dijo Kate caminando hacia mí y me dio un sobre elegante— Parece invitación formal.
La abrí: era una invitación para la ceremonia del nuevo Alfa de la manada Luna Negr