~Elena~
Yo era una simple humana destinada al Alfa Seth, quien me odió durante diez años, pero perdió su vida al salvarme en una explosión. Después de eso, la presión de la manada fue tan fuerte que acabé quitándome la vida, pero cuando abrí los ojos, había vuelto al día en el que la Diosa me había elegido como la compañera destinada de Seth.
—¿¡Una humana!? ¿Mi pareja destinada es una simple y débil humana? ¡¿Qué clase de broma de tan mal gusto es esta?!
El grito de Seth se escuchó por toda la Plaza de la Luna.
Me quedé quieta, con el corazón latiéndome a mil por hora. Había vuelto. Estaba otra vez en el Festival de la Caza de la Luna, justo diez años atrás, era el día en que mi vida se había unido a la de Seth.
—Alfa, esta es la sabia decisión de la Diosa de la Luna —le recordó el viejo, en voz baja.
—¡A mí no me importa la decisión de la Diosa! —dijo Seth mientras se arrancaba la insignia de la ceremonia que tenía en el pecho— ¡No voy a aceptar a una humana inútil, como mi Luna!
Los hombres lobo que nos rodeaban empezaron a hablar entre ellos. Joanna, quien estaba no muy lejos, tenía una sonrisa de superioridad. Ella era noble, elegante, de sangre pura, y su amiga de la infancia.
Intenté calmarme. Esta vez, no pensaba cometer los mismos errores.
—Deseo pedir la Ceremonia de Separación —dije con voz firme, y todos los presentes empezaron a murmurar
Seth se quedó congelado, y sus ojos dorados se abrieron con sorpresa.
—¿Qué estás diciendo?
—Sí, Alfa, ya me escuchaste —le respondí mirándolo fijamente— Quiero cortar el lazo entre nosotros. Y le pido al Consejo de Ancianos que permitan que Seth y Joanna se unan, para que la manada sea más fuerte.
El lugar se volvió un caos. Jamás había pasado que la pareja destinada quisiera romper el vínculo con su compañero.
—¡Ja! —se burló Seth—. Pensé que querías seguir con esta estupidez.
Sentí como si el corazón se me partiera en dos, pero me aguanté las lágrimas. Recordé las palabras de la Diosa de la Luna:
«En unas horas vas a volver al pasado, tienes que arreglar sus tres grandes arrepentimientos para cambiar su destino. Pero, quiero que sepas que viajar al pasado tiene un precio.»
El primer arrepentimiento era haber sido mi pareja, por lo que pensaba darle lo que él deseaba.
—La Ceremonia de Separación necesita una buena preparación —dijo preocupado el Anciano principal—. Y eso tardará al menos unos tres días.
—Entonces no perdamos el tiempo —dijo Seth, mirándome con desprecio, antes de marcharse.
Estiré la mano y lo agarré de la punta de la camisa.
—Espera…
—¿Y ahora qué quieres? —me contestó, ya cansado.
—Antes de que rompamos el lazo … ¿podrías llevarme a Crestacielo para ver la aurora? —pregunté, sacando fuerzas de donde no tenía. Esa era una de las cosas que no había podido hacer en mi vida pasada, porque él nunca quiso llevarme.
Seth parecía confundido. Seguramente, estaba intentando entender por qué yo estaba aceptando la separación y ahora le pedía que hiciera algo por mí.
Para mi sorpresa, asintió.
—Vamos mañana en la noche —dijo sin mucha emoción y se alejó.
—Eres bastante bobita —escuché que decía una voz amable detrás de mí. Era el viejo Chamán, el sabio de la manada.
—¿Por qué dice eso?
—Tus ojos te delatan —me dijo el Chamán, con ternura—. Aunque quieras romper el vínculo, se nota que lo sigues queriendo mucho.
No pude negarlo.
—El padre de Seth me pidió que mañana mismo empezara a preparar la Ceremonia de Separación —dijo el Chamán con un suspiro—. Sus padres han estado esperando este día durante mucho tiempo.
—Lo sé —dije mirando hacia el suelo, mientas el Chamán me daba una caja de madera.
—Aquí tienes los papeles y algunas cosas que necesitas saber para la Ceremonia de Separación.
—Muchas gracias —le respondí, recibiendo la caja.
Tras esto, salí de la plaza y escuché a unos hombres lobo diciendo:
—Por lo menos sabe cuál es su lugar…
—¿Una humana inútil como ella puede ser nuestra Luna?
—¡El Alfa y Joanna sí son la pareja ideal, como estaba destinado!
Caminé más rápido, y al final no pude aguantar las lágrimas.
Esa noche, abrí la caja que me había dado el Chamán y me puse a estudiar los símbolos y las reglas de la ceremonia.
—La Ceremonia de Separación… No...no pienso hacerla —susurré para mí misma—. Mejor voy a tener la Ceremonia de Bendición de Alianza.
Con esa ceremonia, Seth podría hacer una alianza con la familia de Joanna, aunque yo no fuera su pareja.
Así él podría tener todo lo que quería, y yo ya no sería un estorbo.
Saqué el documento de identidad y el boleto de autobús que estaban en mi maleta, los cuales había empacado justo antes de volver al pasado.
Al ver mi reflejo en el espejo, ya cansada, susurré:
—Mañana... ya todo habrá terminado.