El sol despuntaba en el horizonte cuando Aaron y Katerina se preparaban para salir hacia la empresa.
Desde el incidente con Vikram, la seguridad se había reforzado, pero eso no cambiaba el hecho de que Katerina no podía quitarse de la cabeza lo sucedido.
Aaron, vestido con un traje negro impecable, ajustaba su reloj mientras la observaba.
—¿Lista?
Katerina parpadeó, volviendo a la realidad.
—Sí.
Salieron juntos, acompañados por dos guardaespaldas que los escoltaban hasta el automóvil.
Pero en su mente, Katerina tenía otro asunto pendiente: su madre.
Había acordado encontrarse con ella después de llegar a la empresa. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarla y después de la conversación de ayer supo que no podía estar evadiendo después de decirle que le daría la oportunidad.
La mañana fue pasando Aaron se encontraba perdido entre los documentos, mientras que Katerina salió de la Empresa ya rumbo a encontrarse con Irina.
El café elegido era un lugar discreto, lejos del bullicio