Epílogo.
*TRES AÑOS DESPUÉS*
ADAM
-¡No puedo creer que me hagas esto!-Me grita Elisabeth, en tono desesperado-¡Yo confíe en ti!
—Por favor, te suplico que me perdones, te prometo que arreglaré las cosas. Encontraré una solución.
—¡¿Cuál solución?!, ¡Estamos en medio de la nada!
—¡No te alteres!, es mejor que mantengamos la calma.
—Claro—sonrie de forma desquiciada—tu lo dices porque de tus partes íntimas no está saliendo ¡UN BEBÉ!—empieza a gritar otra vez, producto de otra contracción.
Si hubiésemos salido de la casa cuando entró en labor de parto, nada de ésto estaría ocurriendo, pero no, ella prefirió tomarse todo el tiempo del mundo maquillándose y arreglándose el cabello porque según "no iba a dar a luz desarreglada", y esperó a salir cuando ya las contracciones eran muy seguidas, y lo peor de todo, es que si le digo algo probablemente me saque los ojos, solo me queda sostener su mano mientras esperamos la ambulancia, y espero por mi bien que se apresure.
—Me voy a bajar del auto—le aviso