48-Yo soy quien debe proponerlo...
Eleazar salió de esa habitación con el rostro inundado en lágrimas.
Entré de inmediato, por miedo a encontrar a Elisabeth igual, y no fue así, su rostro expresaba confusión.
-¿Estás bien?-Quise saber, y movió levemente su cabeza arriba y abajo para responder.
-Mi padre… me… ama-Dijo algo desconcertada segundos después, con voz ronca y casi inaudible.
-Por supuesto, eres su hija. Solo es un hombre confundido que pensó de forma errada, ahora quiere hacer las cosas bien, ¿Lo has perdonado verdad?
-En el fondo nunca lo he odiado, tú lo has dicho, es mi padre.
-Me alegra escuchar eso.
-Aun así, creo que nos tomará tiempo mejorar la relación.
-Mientras ambos pongan de su parte...
-Mi única condición es que te acepte como mi novio, y que te regrese tu puesto en el hospital.
-No me debe regresar nada.
Me miro con los ojos muy abiertos.
-¿Aún eres director?
-Si... hay tanto que debes saber. El día siguiente a la discusión con tu padre, él vino al hospital y me dijo que una decisión así no se