TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 33. Una mujer santificada
TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 33. Una mujer santificada
Rebecca se quedó completamente muda.
Las palabras de su cuñada resonaron en el aire, como si hubieran rebotado en las paredes de la oficina, dejando tras de sí un silencio espeso, casi absurdo. Sentía que el mundo acababa de inclinarse un poco hacia un lado.
—¿Qué… qué dijiste? —balbuceó, con los ojos muy abiertos, como si no hubiera escuchado bien.
Chelsea cruzó los brazos, estaba todavía más nerviosa y sentía que se atragantaba con cada palabra, pero tenía que soltar aquello de alguna manera.
—Digo… que puede que estés embarazada.
Rebecca se rio, una risa nerviosa y entrecortada que más bien parecía un sollozo disimulado.
—No, no, no puede ser… eso es imposible… yo no… yo...
—Bueno —replicó Chelsea respirando casi en cámara lenta para no ser la primera en ponerse a gritar. El ser impulsiva ya le había complicado mucho la vida y antes de juzgar a Rebecca equivocadamente de nuevo, prefería cerciorarse—, imposible no hay na