EL PRIMER BESO… DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 33. Resentimiento
EL PRIMER BESO… DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 33. Resentimiento
La oficina se quedó en el más absoluto silencio después de la acusación de Curtis. El reloj de pared marcaba los segundos con un tic—tac insistente que parecía retumbar en el aire cargado, pero Chase Sheppard no tardó en fruncir el ceño, como si se negara a reconocer que aquella frase hubiera atravesado una armadura cuidadosamente construida durante años.
—¿De qué demonios hablas? —soltó, con un tono que era más un rugido que una pregunta.
Curtis Callaway permaneció sentado, imperturbable, con las manos entrelazadas sobre el escritorio. No necesitaba alzar la voz; su seguridad era suficiente para descolocar al otro.
—Hablo de ti, Sheppard. Tu hijo es muy joven a pesar de todo en el mundo de los negocios pero yo… yo soy un perro viejo y después de lo que he pasado, bueno… soy un lobo —se rio son gracia—. ¿Sabes? Te mandé a investigar con una amiga mía… alguien que es muy buena descubriendo secretos —aseguró con una mueca