EL PRIMER BESO… DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 34. ¿Cómo pudo?
EL PRIMER BESO… DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 34. ¿Cómo pudo?
Rebecca caminó por el pasillo del hospital con paso decidido, aunque por dentro sentía que las piernas le temblaban. El ambiente estaba impregnado del olor a desinfectante y del murmullo constante de enfermeras y pacientes. No había dormido mucho la noche anterior y tenía los ojos enrojecidos, pero aun así se obligó a mantener la barbilla en alto.
Al llegar a la salita de espera frente a la habitación de Carlota, no se sorprendió al encontrar allí a Chelsea, sentada en una silla de plástico con las manos entrelazadas sobre las rodillas, pero sí se sorprendió de verla completamente sola. La muchacha levantó la mirada al verla y le dedicó una media sonrisa cansada.
—Henry no está —explicó enseguida, adivinando la pregunta en el rostro de Rebecca—. Salió hace unos minutos a buscar algo de comer, pero debe estar por volver.
Rebecca asintió, dejando escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.
—¿Y tu mamá, cómo sigue