El miércoles por la tarde, Isabel estaba en su elemento. La paz que había encontrado con Jared se había traducido en una nueva y formidable energía para su trabajo. Estaba en su despacho, en una videollamada con Samanta, y ambas repasaban con euforia los preparativos para el proyecto con Omnia Corp.
—La fase uno de la estrategia de marca está sólida, Sam —decía Isabel, compartiendo su pantalla—. Y los datos preliminares del análisis de la competencia son justo lo que necesitamos para impresionarles el lunes.
—Estoy tan emocionada que apenas duermo —confesó Samanta desde su propia oficina a miles de kilómetros—. Esta cuenta va a cambiarnos la vida, Isa.
—Lo sé. Es todo lo que hemos...
Samanta se detuvo, su mirada fija en algo fuera de la cámara. —Espera un segundo. Me acaba de llegar una alerta de Google sobre "Omnia Corp". Déjame ver...
Isabel esperó, con una sonrisa paciente. Probablemente serían noticias sobre sus acciones o algún nombramiento. Vio cómo la expresión de Samanta pasa