KIERAN:
El impacto de mis palabras fue inmediato. Su furia se encendió un destello en sus ojos, y su postura se tensó al borde del ataque. Mi Luna a mi lado, no necesitaba palabras para apoyarme; su presencia era suficiente para recordarme que nunca estaba solo.
—Kieran —dijo ella en voz alta, colocándose un paso detrás de mí, donde su energía conectaba completamente con la mía—, ya no estamos en desventaja. Ten cuidado, pero no temas, ya sabes lo que debe hacerse. Esta vez estamos listos. Asentí apenas, enfocado completamente en Vorn. Sus aliados lo rodeaban, sus auras fungiendo como un recordatorio de que esta vez no solo era él; el destino parecía querer probarme de nuevo. Pero el destino olvidaba lo más importante: ya había aprendido a proteger lo que amaba.—A todos los miembros de mi manada —murmuré en un tono más baj