FENRIS:
Salí con Clara temblando en mis brazos de la casa del Alfa. No fui a mi casa, sino a la caverna del brujo Marcus. Lo que acababa de decir la Luna, que mi esposa escuchaba a alguien que la llamaba en su mente, me había dejado pensando. Todavía no sabíamos exactamente qué habían hecho en esta nueva vida. ¿Y si la hubieran marcado antes que yo? Solo las parejas marcadas pueden comunicarse en la mente, y los únicos que pueden hacerlo con todos los lobos son el Alfa y la Luna.
—Fenris, ¿qué te trae por aquí? —preguntó Marcus en cuanto me sintió.—Marcus, necesito que revises a mi esposa —dije, señalando a Clara, que ahora se agarraba de mí con fuerza y no quería soltarme—. Amor, no te voy a soltar; él puede hacerlo contigo en mis brazos. Debemos saber qué te sucede.Clara no dijo nada; se apretó co