KIERAN:

Miré a mi Luna buscando una respuesta a lo que acababa de decir, luego a Clara, que seguía en los brazos de mi beta, quien se había detenido en la puerta, intrigado. Era la primera vez que escuchábamos eso; Clara siempre había sido enfermiza, pero sin problemas mayores.

—Clara dice que una voz le dice que no es la pareja destinada de Fenris y la llama, y ella quiere ir —contestó mi Luna, asustada por su hermana—. Tienes que marcarla, Fenris, ahora mismo, o la vamos a perder.

Fenris sostuvo la mirada de mi Luna, luego miró a Clara, que bajó los ojos sin decir nada. Finalmente, fijó su mirada en la mía. Asentí. Sin decir más, se la llevó con él, decidido a hacerla suya sin importar nada. Era eso o perderla.

—Mi Luna, no temas. Fenris la va a cuidar; es su pareja destinada —dije, y me acordé de mi primo, acurrucado en mis b