KIERAN:
Salí de la cabaña de mi Gamma sintiendo que el mundo se había detenido para mí una vez más. Encontré a mi Beta Fenris afuera; había escuchado todo y despedido a todos los guerreros que habían acudido al aullido de su jefe.
—¿Qué vamos a hacer, mi Alfa? —preguntó, comenzando a caminar a mi lado, y luego confesó—: Clara no me deja marcarla. —Pero al pasar por delante de tu puerta escuché que aceptó. ¿Qué pasó? —pregunté preocupado—. Yo marqué a mi Luna. —Aceptó molesta, así no lo voy a hacer —dijo, muy serio. —No haces bien, márcala. Ya escuchaste que estamos en peligro —ordené con firmeza—. Fenris, estoy muy confundido. Siento que nos engañan una y otra vez. En el pasado que acabamos de dejar