CLARIS:
Me alejé con mamá del despacho, sintiendo que algo importante estaba sucediendo. Mientras subía las escaleras, podía escuchar voces airadas discutiendo sobre mí. Mi nombre se mencionaba una y otra vez. Miré a mi madre, pero ella no respondió, concentrada en escuchar, al igual que yo, lo que decían. Sin embargo, no lograba entender.
¿Qué podrían estar discutiendo sobre mí? ¿Se habrían enterado de que mi compromiso con mi jefe era falso? —¿Qué hacen? —preguntó Clara, asomada a la puerta de su habitación—. Acaban de venir, no me gusta dormir sola. Las pisadas de mamá resonaron con más fuerza que de costumbre sobre los peldaños de madera. Yo seguía sus pasos, pero mis oídos permanecían atrapados en el murmullo lejano que subía desde el despacho. P