KIERAN:
Podíamos escuchar con claridad todo lo que decían; éramos lobos, y nuestros oídos lo captaban perfectamente. Prestamos atención para ver si revelaban algo que nos diera pistas sobre quiénes eran en realidad, pero no fue así. Hablaban de temas triviales, relacionados con mujeres. Fue entonces cuando el recuerdo de Sarah vigilando desde mi ventana vino a mi mente.
—¿Vieron a Sarah? No debemos permitir que se acerque a ellas —advertí, viendo cómo me miraban con interrogantes—. Está bien, se los diré, pero deben seguir comportándose con ella como hasta ahora. No podemos cambiar el pasado, y en el futuro, ella está presente; no quiero perder nada que me impida regresar a mi vida.—Confía en nosotros, mi Alfa —dijeron los dos al unísono.Tomé aire y tragué en seco; no sabía si era correcto seguir re