Capítulo 47 – Cinco años después.
POV Martina
Me desperté antes de que saliera el sol, como ha ocurrido cada tres de mayo desde hace cinco años. El silencio de la madrugada siempre me encuentra igual: tendiendo la mano hacia el lado derecho de la cama, buscando un calor que ya no está.
Sé que no lo hallaré. Y aun así, lo hago. Instintivamente. Como si una parte de mí se negara a aceptar lo irreversible.
La habitación sigue igual que siempre. Los tonos suaves, las cortinas claras, el perfume tenue de madera y lavanda que usaba Santiago. Frente a mí, sobre la pared, está el retrato que Graciela tomó aquel día: Santiago con los gemelos recién nacidos en brazos. Sonreía con esa serenidad que solo mostraba en los momentos más íntimos. Lo colgué allí para verlo al despertar… y para despedirme de él cada noche antes de dormir.
Me levanté despacio, el suelo frío me hizo estremecer. Me acerqué al cuadro y pasé la yema de los dedos por su rostro.
—Feliz cumpleaños, mi amor… —murmuré—. Hoy cumplirían cinco.
El nudo en la gargant