C129: Una revolución.
Askeladd permaneció en silencio por un momento, contemplando los restos humeantes de la frontera. Entonces giró lentamente la cabeza hacia su beta, que no lo había abandonado ni un instante desde que llegaron a la escena.
—Ragnar… ¿Has conseguido la información que te pedí?
Ragnar lo observó con un semblante serio, como si hubiera esperado esa pregunta desde hacía horas. Se pasó la mano por la barbilla antes de responder.
—Precisamente, Gran Alfa, antes de recibir la noticia de estas explosiones, me dirigía a su estudio para hablarle de ello. Lo que descubrí no es poco.
—Muy bien, hablaremos en el estudio.
Después de varias horas de tratar de ordenar el caos de la frontera norte, Askeladd y Ragnar se dirigieron al Gran Pabellón e iniciaron su reunión en el estudio del Alfa.
—El Reino de Asis está quebrándose por dentro —expuso Ragnar—. No solo su pueblo pasa hambre, sino también aquellos que deberían gozar de privilegios. La estructura del reino es rígida y desigual: en la cima, El Re