Capítulo 21. Eve en peligro
Las manos de Marcus la sujetaron como si fuera algo precioso, algo que había deseado toda su vida y que, por fin, podía tocar. Sofia sintió cómo sus labios recorrían su piel con una devoción que la dejó sin aire, como si Marcus estuviera dibujando sobre ella un mapa secreto, uno que solo él supiera descifrar.
Ella cerró los ojos, luchando contra el torbellino que amenazaba con arrasarla.
Debería apartarse.
Debería recordar lo que había venido a hacer.
Vengarse.
No enamorarse.
Pero cuando sintió los labios de Marcus rozando su clavícula, su cuello, su mandíbula, la fuerza de su propósito empezó a desmoronarse.
Un gemido tembloroso escapó de su boca.
La pasión que había contenido durante tanto tiempo estalló entre ellos como un incendio.
Sofia se aferró a sus hombros, dejándose besar, dejándose adorar… dejándose perder.
— No deberíamos… — musitó ella contra sus labios, su propia voz traicionándola.
— No — convino Marcus, antes de atraparla en un beso hambriento —. Pero no quiero detenerm