Extra 2. Marcus y Sofía
El sol se filtraba por los grandes ventanales del baño principal, inundando la habitación con una claridad suave, casi dorada. La tina blanca, rebosante de agua tibia y pétalos de rosa, se encontraba en el centro, y Sofía, con el rostro perlado en sudor, respiraba con fuerza, aferrada a las manos de su partera y de Marcus, que no se movía de su lado ni un segundo.
— Ya casi, amor. Solo un poco más — murmuró Marcus, besando su frente empapada—. Eres increíble. Lo estás haciendo perfecto.
Sofía solo asintió con los ojos entrecerrados, luchando contra el dolor, pero llena de una calma extraña. Afuera, Camila esperaba sentada en la sala, con un peluche entre las manos, mientras Eve la acompañaba y le explicaba con ternura lo que estaba pasando. Camila tenía una mirada ansiosa, pero también emocionada.
El ambiente era cálido, contenido, lleno de amor.
Un grito breve y fuerte salió de los labios de Sofía, y de pronto el silencio fue roto por un sonido nuevo, puro, hermoso: el primer llanto