Simón me ha citado en un parque. Ya tiene los resultados de las pruebas de ADN que el detective le ayudó a recolectar. Lo veo llegar y acercarse; se sienta en la otra esquina del banco donde estoy.
—¿Para qué querías verme? —pregunto enojado—. Habla, no tengo mucho tiempo que perder.—Para esto, Brayan. —Simón me lanza un sobre con unas pruebas de paternidad.Lo abro y me quedo helado al ver los resultados. Suspiro una y otra vez, hasta limpio una lágrima con disimulo.—Tenía mis sospechas, por su pelo rojo, igual al tuyo —confieso tristemente—. También por la fecha; tú te fuiste con Edna la noche aquella. Yo no estuve con ella casi por un mes porque se me infectó. Después estuve una sola vez con ella y me dijo que había salido embarazada. No dije nada porque ya era demasiado lo que había de secretos entre ambos.&