Capítulo 10. Situación de emergencia.
De repente, Zack giró la cabeza hacia aquella voz. Su rostro se mantuvo lo más sereno posible, aunque su corazón latía con fuerza.
—Zack —volvió a escucharse aquella voz grave.
El hombre mayor que estaba de pie detrás de él resultó ser el señor Zammy. Sus ojos, afilados como los de un halcón, parecían penetrar hasta lo más hondo de Zack. Esa mirada se detuvo de inmediato en el movimiento de su mano, que había deslizado algo dentro del bolsillo de su chaqueta.
Zack tragó saliva, intentando aparentar calma.
—¿Puedo ayudarle en algo, señor Zemmy? —preguntó, conteniendo el temblor de su voz.
Zammy esbozó una leve sonrisa, quizá escondiendo sospechas, quizá tan solo por cortesía.
—Sígueme. Tenemos que hablar.
Sin muchas opciones, Zack siguió los pasos del anciano hasta otra sala. El ambiente allí era frío, rígido. Zammy se sentó en un gran sillón, mientras Zack permanecía de pie, esperando.
—Sabes —dijo Zammy en voz baja pero cargada de presión—, este proyecto necesita gente capaz de guard