Início / Romance / EL PADRE DE MI NOVIO, MI AMANTE / Capítulo 1. Obligada a entregarlo todo.
EL PADRE DE MI NOVIO, MI AMANTE
EL PADRE DE MI NOVIO, MI AMANTE
Por: Kester
Capítulo 1. Obligada a entregarlo todo.

Dos años. No es poco tiempo para Alina y Zack. Mantuvieron una relación llena de secretos y dulzura romántica, oculta entre las sombras del campus y el bullicio de la ciudad. Pero aquella noche, todo cambió.

Una noche sombría en un hotel de cinco estrellas, botellas de vino esparcidas por el suelo. La tenue luz del candelabro iluminaba sus cuerpos entrelazados en un abrazo, embriagados de amor y alcohol.

—Te amo —murmuró Zack con voz ronca, los ojos medio abiertos—. No me dejes nunca.

Alina solo soltó una risita suave, acariciando la mejilla del hombre que le había hecho enamorarse una y otra vez.

Pero a la mañana siguiente, solo quedó el silencio. Zack se había ido. No dejó una nota, ni un mensaje. Solo el rastro de su perfume masculino en la almohada... y una herida en el corazón.

Ese día marcó el punto de quiebre que cambió la vida de Alina.

---

Esa tarde, la lluvia caía con fuerza. Alina acababa de regresar a casa tras desaparecer por dos días, solo para ser recibida por el rostro frío de Melisa, su madre adoptiva.

—¡ALINA!

El grito de Melisa retumbó por toda la casa. La mujer de mediana edad arrojó el móvil sobre la mesa. Sus ojos estaban rojos, no por el llanto... sino por la ira que ardía dentro de ella.

—¡Tu padre... ha tenido un accidente! ¡Lo han llevado al hospital! —gritó Melisa, arrojando su bolso con violencia.

El corazón de Alina pareció detenerse.

—¿Qué? ¿Papá tuvo un accidente? ¿Cómo está ahora, mamá?

—¡¡Por tu culpa!! —Melisa la señaló con el dedo—. ¡Te buscó toda la noche después de que huiste de casa! ¡Ahora está en estado crítico!

Las lágrimas de Alina cayeron al instante.

—Tengo que ir a verlo —dijo, corriendo hacia la puerta.

Pero Melisa la detuvo.

—¿¡Con qué dinero!? ¿¡Crees que un hospital es barato!? ¡La operación de tu padre cuesta cientos de millones! ¿¡De dónde vamos a sacar tanto dinero!?

Alina se quedó inmóvil. Su cuerpo temblaba. Su mente buscaba desesperadamente una solución, pero no hallaba forma de reunir tanto dinero en tan poco tiempo.

—Y-yo... buscaré trabajo. Lo prometo.

Melisa la miró con frialdad, sus labios se curvaron con sarcasmo.

—Ya hay una salida. Vamos a ir donde Betty.

—¿Quién es Betty?

Melisa soltó un largo suspiro.

—Es... alguien que puede ayudarnos. Pero tienes que venir conmigo. ¡Ahora!

.

Aquel lugar olía a perfume caro... y pecado. Allí, mujeres hermosas se alineaban como mercancía en vitrina. Betty las recibió con una sonrisa falsa y una mirada que desnudaba el alma.

Vestida con un ceñido vestido rojo, Betty abrió la puerta del lounge de lujo en el centro de la ciudad. Su sonrisa era fina, cargada de juicio.

—¿Es esta la chica de la que me hablaste? —le preguntó a Melisa.

—Sí. Hermosa, joven, intacta. Pero ahora necesita mucho dinero.

Betty observó a Alina como quien examina un objeto en subasta. La incomodidad se apoderó de Alina.

—No soy una prostituta —declaró Alina con voz baja pero firme.

Betty soltó una risita.

—Cariño, todo el mundo tiene un precio. Tú solo no sabes aún cuál es el tuyo.

Alina apretó los dientes. Pero la imagen de su padre inconsciente en la UCI golpeaba su conciencia una y otra vez.

—¿Quién… me va a “comprar”? —preguntó con voz temblorosa.

Betty sonrió, luego sacó una foto de un hombre elegante, de unos cincuenta años, vestido con un traje caro y un rostro enigmáticamente sereno.

—El señor Aaron. Es uno de los empresarios más ricos de América. Si aceptas, tu vida cambiará en una sola noche.

Alina contempló la foto por unos segundos.

—Se ve… demasiado mayor —murmuró, un poco incómoda.

—Eso no importa, Alina. Incluso podrías bañarte en dinero si te conviertes en su amante —dijo Betty con tono seductor.

.

El apartamento de lujo en las afueras de la ciudad la recibió con aroma a vino y rosas blancas. Esa noche, Alina se sentó en el amplio salón, con el corazón palpitando con fuerza.

La puerta se abrió lentamente, y apareció él… el señor Aaron.

Alina se puso de pie, nerviosa, pero controló su expresión. No se atrevía a moverse.

Aaron le indicó que entrara, la observó brevemente y luego la condujo al salón.

Ahora, Alina estaba sentada en un sofá suave dentro del lujoso apartamento del señor Aaron. Su cuerpo rígido, su mente hecha un caos. Aaron sirvió vino en una copa de cristal y la miró con atención.

—No te estoy obligando. Si quieres irte, la puerta está abierta.

Alina miró la copa frente a ella.

—No estoy aquí porque quiero... sino porque debo... —le costaba explicar que en realidad no era una chica de compañía.

Aaron lo comprendía. Los gestos de Alina lo decían todo.

—En la vida, muchas cosas simplemente... suceden —dijo Aaron con serenidad—. Te gusten o no, igual tienes que enfrentarlas.

Se quedaron en silencio, sentados uno frente al otro durante un largo momento. Luego, Aaron la miró a los ojos.

—No quiero tu cuerpo esta noche. Quiero saber: ¿qué buscas en tu vida, Alina?

La pregunta la dejó paralizada. Pensó que se enfrentaría a un hombre sediento de placer, no a alguien que... le preguntara por sus sueños.

—Quiero estudiar. Y después, tener mi propio negocio. Pero... ahora todo parece imposible.

Aaron asintió, como si entendiera un peso que él jamás había tenido que cargar.

—Si te quedas a mi lado, te ayudaré a lograrlo.

Alina contuvo el aliento. El mundo a su alrededor comenzó a tambalear.

—Estoy dispuesta —respondió en voz baja—. Pero no me toques sin mi permiso.

Aaron alzó su copa.

—Un trato justo.

Y así fue como esa noche, Alina se vendió. No su cuerpo... sino sus decisiones.

Lo que no sabía era que el hombre que ahora era su salvador... sería quien más la haría sufrir algún día.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App