TRES AMIGAS DESDE LA INFANCIA, DEJAN SU PUEBLO NATAL PARA AVENTURARSE EN LA GRAN CIUDAD TRABAJANDO COMO ENFERMERAS DIPLOMADAS, PERO EN SU AVENTURA UNA DE ELLAS SE ENAMORA DE SU JEFE QUEDANDOSE EMBARAZADA DE EL. SIENDO A PARTIR DE HAY, REPUDIADA E INSULTADA POR LOS CELOS DEL PADRE DE SU HIJO, TENIENDO ELLA QUE ABANADONAR SU TRABAJO PARA MARCHARSE LEJOS DE SU AMADO Y DE SUS DOS MEJORES AMIGAS. SINTIENDOSE MAL DESPUES DE UNOS AÑOS, YA QUE SU HIJO NECESITA A SU PADRE PARA PODER VIVIR ¿QUE PASARA ENTONCES? ¿AYUDARA EL PADRE A SU HIJO PARA QUE ESTE NO MUERA? ¿O TAMBIEN LE DARA LA ESPALDA COMO LO HIZO CON SU MADRE?
Leer másEl hombre se despertó antes del amanecer, tomó su teléfono y vio más de veinte llamadas pérdidas de su familia y como si fuera poco vio el mensaje que le había llegado.
“Debes venir urgente, llama en cuanto puedas”.—Valentina —llamó, pero ella solo se giró en la cama, por un segundo lo pensó y decidió dejarla en paz—, lo mejor es dejarla seguir durmiendo, seguramente está agotada.Le dio un beso en la frente y se levantó como si hubiera sido impulsado por un resorte, vio a Valentina dormir tan plácidamente que no quiso molestarla, se vistió con rapidez y no quiso dejar una nota, después la llamaría, salió de prisa, sin mirar atrás, necesitaba estar en ese momento con su familia.Un par de hora después, Valentina se despertó con el alba, una luz dorada inundó la habitación. Había tenido intenciones de levantarse temprano, pero se quedó dormida en la cómoda cama mucho más confortable que la suya.Se incorporó a toda prisa, necesitaba comenzar su jornada laboral, se giró con la alegría de encontrarse con Giovanni, pero cuando vio solo estaba una cama vacía, por segundos se sintió angustiada. Se levantó a toda prisa y sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo, su corazón latía con fuerza, se dio la vuelta a un lado para ver si estaba allí Giovani, pero no estaba. Un vacío inmenso se abrió en su pecho.Sin decir palabra, comenzó a buscarlo por toda la suite del hotel donde habían pasado la noche, porque no quiso ir al hotel donde él se estaba hospedando porque era mismo lugar donde ella trabajaba y no quería que esa situación le causara problemas.Lo buscó por todos lados, luego salió a los pasillos y recorrió todos los rincones hasta que llegó al vestíbulo. Y no encontró nada, ni una nota, es como si hubiera sido un fantasma y hubiera desaparecido.Regresó a la habitación, recogió su cartera y salió de allí sintiendo el alma pender de un hilo, se despidió de la recepcionista, caminaba por inercia, se sentía mal porque ella había sospechado que había algo que le estaba ocultando Giovani, pero no le hizo caso a su sexto sentido, y allí estaba, después de haber estado con él la había tirado al cesto de la basur4, no tuvo ninguna importancia para él.Quien creyó el hombre perfecto se había burlado de ella, no pudo evitar el caudal de lágrimas que vinieron a sus ojos, debió detener sus pasos porque el dolor era punzante. No pudo evitar recordar esa noche inolvidable. Se sentía triste y perdida sin él. Se preguntó una y otra vez por qué no la había esperado.—¿Por qué se fue así? ¿Por qué me dejó y ni siquiera me avisó? ¿Tan insignificante soy para él? —se dijo en voz alta.Aunque se sentía profundamente herida, debía hacer de tripas corazones y tenía que regresar a su trabajo, miró el reloj y como se le estaba haciendo tarde tomó un taxi.En diez minutos llegó al hotel, había llegado en el momento exacto, pero apenas entró un guardia de seguridad, la detuvo.—Señorita Almeida, por instrucciones del gerente, debe pasar primero por la oficina de Recursos Humanos.—Señor, si me voy primero a la oficina de Recursos Humanos, no podré limpiar las habitaciones antes de que lleguen los huéspedes.—¿Acaso se está negando a cumplir una orden del jefe? —ella negó con la cabeza.—No para nada, ya voy para allá —dijo un poco nerviosa, pero antes de poder salir hacia Recursos Humanos apareció el gerente.—No es necesario que vaya —manifestó el hombre.—Ah, entonces puedo irme a limpiar las habitaciones.—Creo que no me está entendiendo Señorita Almeida, ya no debe ir a Recursos Humanos, porque ya estoy yo aquí para darle el recado yo mismo. ¡Está despedida!Valentina se quedó viendo al hombre como si le hubieran salido dos cabezas, no podía creer lo que le estaba diciendo, incluso se negó a aceptarlo.—¿Estás bromeando?—Tengo cara de hacerlo —dijo con seriedad.—¿Por qué? Nunca he llegado tarde, siempre llego antes de la hora, trabajo horas extra si el hotel lo necesita, soy buena empleada —hizo una pausa y suspiró con pesar—. Cumplo las reglas —expresó a punto de ponerse a llorar como una niña.—No cumple las reglas.—Jamás he faltado a ellas.—No mienta señorita, usted quebrantó las reglas de este prestigioso hotel cuando inició una relación con un huésped —ella abrió la boca sorprendida y la volvió a cerrar al escucharlo decir—. Y no trate de negarlo, porque una de sus compañeras la vio. Así que haga el favor, recoja sus cosas y salga inmediatamente de este hotel.Valentina por un momento se quedó de piedra, sintiendo que el mundo le caía sobre su cabeza, sabía de la regla, y Giovani era uno de los huéspedes del hotel, y ella había sido advertida de las consecuencias de entablar una relación con un cliente. Pero se había enamorado de él y no pudo resistirse.Ella creía saber lo que era el amor. Ella creía saber lo que significaba el amor, que era algo hermoso, algo que podía durar para siempre. Pero cuando llegó la mañana y se dio cuenta de que se había ido sin decirle nada, supo que había sido una tonta ilusa al pensar que su amor podía ser algo real. Pero eso no hacía que el dolor fuera menos agudo.Con expresión severa e inflexible la miró el gerente, era notorio el sentimiento de decepción en los ojos. Valentina se miró las manos, con la mente llena de remordimientos. Había sido una insensata y ahora debía atenerse a las consecuencias.—Yo lo siento… por favor no me eche, le juro que no volverá a pasar —dijo en tono quebrado.—Por supuesto que no volverá a pasar porque no le daré otra oportunidad de intentarlo. ¡Váyase antes de que la haga sacar con seguridad!—Por favor, tenga piedad, mi familia necesita el dinero, mi padre está en Colombia enfermo, mi madre y mis hermanos solo cuentan conmigo —pronunció en tono suplicante.—Eso lo hubiera pensado antes de enredarse con un huésped —y como si no fuera suficiente que la estaba despidiendo en pleno pasillo, comenzó a gritar para ponerla de mal ejemplo—. ¡Vengan todos! Quiero que vean cuáles son las consecuencias de enredarse con un huésped, quedarse sin trabajo.El corazón de Valentina se hundió y empezó a llorar, por la humillación, porque ese era su medio de vida. Había sido tan descuidada y ahora se iba a quedar sin trabajo y sin futuro. Suplicó a El Gerente que recapacitara, que le diera otra oportunidad.—No puede hacerme esto… yo necesito el trabajo —habló sin poder controlar su desesperación—. Es injusto lo que trata de hacer conmigo.—¿Es injusto? ¿Acaso es mentira que tiene una relación con el señor Giovani Estrada? —inquirió el hombre y ella se quedó en silencio—. Es como lo pensé.—Ya es demasiado tarde, salga de aquí —como la vio que no hacía amago de salir, llamó a seguridad— ¡Échenla de aquí y no la vuelvan a dejar entrar!Los dos hombres llegaron, la tomaron cada uno de un lado y comenzaron a sacarla, por más súplicas que dio, nadie le tuvo compasión, se sintió con el corazón encogido, sentía un peso insoportable en el pecho. Pudo sentir los ojos del personal y de visitantes del hotel clavados en ella mientras la llevaban arrastrada, quiso liberarse para irse con sus propios pies, pero no se lo permitieron, hasta que finalmente la lanzaron en la acera del frente como si fuera un desperdicio sin ninguna consideración, mientras ella no dejaba de llorar y eso que lo peor aún no había pasado.Pasaron tres meses más y yo no me quedaba todavía embarazada, pero eso era lo que menos nos importaba a Mark y a mí, ya que nuestra preocupación era ahora nuestra boda y la boda de Mario y Johana. Nos casabamos las dos parejas el mismo día y en la misma iglesia, aunque mi amiga por un descuido tonto de los dos, llevaba ya un regalo en su vientre. Mark y Mario se encargaron de buscar un bonito lugar donde celebrar el convite, mientras Johana, Hannah y yo nos dedicamos a comprarles la ropa a mis hijos. El día anterior a nuestra boda, Mark se fue a dormir a la casa que compartían ya Johana y Mario. Por la mañana muy temprano, mi hijo me despertó saltando encima de mi cama, entrando también Johana con mi pequeña Celine, — Ya están aquí las peluqueras y la estilista, levántate ya dormilona .-- me dijo mi amiga, Me levanté de la cama teniendo que correr hacia el cuarto de baño para vomitar todo lo que tenia en el estomago, escuchando las risas que tenían mi amiga y mi hijo al verme arrod
UN AÑO DESPUÉSDesde el día que me marche de la casa de Mark a Irlanda, Adam y yo no vivimos juntos ni en su casa ni en la casa de mi padrino, ya que no le perdone jamás que no me dijera la verdad sobre mi vida pasada que él conocía muy bien, pero me la ocultó por celos, por someterme a él o porque sí. A mi querido hijo Junior lo veo muy de vez en cuando, o en viaje de placer, lo traen a Irlanda sus padrinos Mario y mi amiga Johana, o voy yo a veces, ya que tengo que cuidar a mi padrino que está muy enfermo desde que le dio un ICTUS. Por mi parte, a los nueve meses exactos de volver a Irlanda, tuve una niña preciosa que su padre se niega a reconocer ¿cuál es su excusa? que no es hija suya, si no de Adam, pero bueno, tampoco me hace mucha falta que la reconozca, aunque cuando crezca mi hija, me hará miles de preguntas que tendré que contestarle, pero tiene a sus tías Johana y Hanna que están locas con ella. Al final, Mark se dio cuenta de que lo que le conté sobre su ex y aquel médico
Cuando el neurólogo se marchó, Mark y yo nos fuimos a la cafetería buscando a mi amiga Hanna, viendo que estaba sentada con Oscar y Hector almorzando, nos acercamos hasta la mesa donde estaban sentados, levantándose enseguida los dos chicos, abrazándonos los tres con mucho cariño, sentandonos Mark y yo en las sillas que habían vacías — ¿Has venido para quedarte a trabajar con nosotros? — me preguntó Oscar— No lo creo, el director no me quiere aquí — le conteste riendo— Lo que el director no quiere es, que te vuelvas a marchar de su lado — me dijo Mark— Bueno Katia cariño, nosotros nos tenemos que marchar ya a trabajar, pero no tardes en volver por favor — me dijo Hector— Os lo prometo, pronto me veréis otra vez por aqui, sabeis que os amo, tontorrones — les dije— Yo también me marcho, no quiero que el director me pille holgazaneando — dijo Hanna— Hanna, quedate un momento, necesito hablar con vosotros dos — les dije a ella y a Mark— ¿Qué pasa Katia? ¿qué nos tienes que decir?
Después de desayunar Mark y yo, Johana y Mario se quedaron con nuestro hijo para que nos pudiéramos marchar de la casa, ya que nos esperaba el neurólogo que me iba a tratar en el hospital salimos a la calle acercándonos cogidos de la mano hacia donde tenía su coche, Mark me abrió la puerta ayudándome a sentarme dentro, sentándose él seguidamente en el otro asiento, marchandonos hacia el hospital, cuando llegamos y bajamos del vehículo, entramos en el hospital saludandome todas las compañeras que me conocieron, vi a Hanna en uno de los pasillos acercándonos Mark y yo hasta ella, abrazandonos las dos llorando, como si hiciera años que no nos habíamos visto— ¿Ya te acuerdas de nosotras? — me preguntó Hanna— Si cariño y tengo una buena resaca que lo demuestra — le dije sonriendo— Mark tienes visita en tu despacho, lleva horas esperando — le dijo mi amiga— Ahora iremos a mi despacho, para ver quien me esta esperando, gracias Hanna — le dijo Mark— Creo que es mejor que Katia se quede c
La pregunta que Mark me hizo, me dejó fuera de mi sitio, ¿lo amaba aun? esa era la pregunta, fue muy importante en mi vida, me dio un bebe precioso y siempre ha estado a mi lado cuando Erik se utilizó como puta o como vientre de alquiler, siempre estuvo a mi lado sin pedirme explicaciones, ¿como no le iba a amar?, pero ahora Adam también se portó bien conmigo, era un rompecabezas que me tocaba ahora descifrar.— Mark, te amo como el padre de mi hijo, que fue el mejor regalo que me pudistes hacer, pero te pido tiempo para esclarecer un poco, por favor — le respondí— Lo comprendo cariño, sé que últimamente has pasado por mucho, pero siempre estare a tu lado, siempre te amare Katia y espero que algun día tu tambien me ames como te amo yo a ti, brindo por la mujer que me hizo ver la vida de color rosa y me enseño a amar — dijo Mark, chocando los cuatro las copas, acercando Mark sus labios a los mios, besandome suavemente en mis labios.Esa tarde la pasamos los amigos, bebiendo y contando
Nos marchamos las dos de la casa, acercándose Johana a un coche que había aparcado no muy lejos de la vivienda, subimos al vehículo, recorrimos casi media ciudad, hasta que por fin Johana aparcó su vehículo enfrente de un moderno edificio. Bajamos del coche acercándonos hasta la portería, nos fuimos a la zona donde estaban los ascensore, apretando ella un botón, cuando ya llegamos a la planta, me quedé unos segundos dentro del ascensor, mirándome Johana muy extrañada— Tranquila, veras como va a ir todo bien, ven conmigo — me dijoJohana y yo nos paramos delante de una de las puertas que habían tocando ella al timbre, cuando abrieron la puerta, vi al hombre que me llamó por mi nombre y a un niño en sus brazos, fijándome que eran los dos como dos gotas de agua.— ¿Katia, estás aquí mi amor? — me dijo aquel hombre— Mark tranquilo, ha venido Katia por voluntad propia, démosle su espacio para que ella misma vaya recordando poco a poco — dijo el otro hombre que tambien estaba alliEntramo
Último capítulo