Después de desayunar Mark y yo, Johana y Mario se quedaron con nuestro hijo para que nos pudiéramos marchar de la casa, ya que nos esperaba el neurólogo que me iba a tratar en el hospital salimos a la calle acercándonos cogidos de la mano hacia donde tenía su coche, Mark me abrió la puerta ayudándome a sentarme dentro, sentándose él seguidamente en el otro asiento, marchandonos hacia el hospital, cuando llegamos y bajamos del vehículo, entramos en el hospital saludandome todas las compañeras que me conocieron, vi a Hanna en uno de los pasillos acercándonos Mark y yo hasta ella, abrazandonos las dos llorando, como si hiciera años que no nos habíamos visto
— ¿Ya te acuerdas de nosotras? — me preguntó Hanna
— Si cariño y tengo una buena resaca que lo demuestra — le dije sonriendo
— Mark tienes visita en tu despacho, lleva horas esperando — le dijo mi amiga
— Ahora iremos a mi despacho, para ver quien me esta esperando, gracias Hanna — le dijo Mark
— Creo que es mejor que Katia se quede c