La noche fue muy tranquila, aunque había pacientes que necesitaban que estuviéramos muy pendientes de ellos, ya que o no tenían a nadie o estaba en fase terminal.
Por la mañana al salir de trabajar, me cruce con Hanna, Oscar y Héctor, haciendo las dos bromas alegrando el día a cualquiera, aunque estuviera cansada
— Te llevo a casa, tienes carita de estar cansada — me dijo Robert cuando nos vimos en la puerta del hospital
— No gracias, tu llegarías tarde _
— No te preocupes, me inventaré algo para que los jefes no digan nada, venga vamos a mi coche que te llevo
Me abrió la puerta de su coche ayudándome a entrar mientras el rodeo el coche sentándose en el sitio del piloto, pero sin darme cuenta de quien nos estaba mirando
— ¿Qué tal la noche? Preguntó susurrándome al oído
— No he podido dormir mucho — le dije teniendo sus labios cerca de los míos
— Mira quien nos está mirando.
— Por favor no, déjame bajar del coche — le dije con el coche ya en marcha
Nos alejamos del hospita