Yo soy Catalina, y estos últimos meses han sido de muchos cambios. Martín está feliz en el colegio, Luis y yo estamos preparando la boda, y la familia está más unida que nunca. Pero lo que me hace más orgullosa es lo que está pasando con mi trabajo en la oficina de contabilidad — después de solo tres meses, mi jefe me ha ofrecido un puesto de jefa de equipo.
"Tu trabajo es excelente, Catalina," me dijo don Roberto, el dueño de la oficina. "Eres responsable, inteligente y te llevas bien con todos. Quiero que lideres el equipo de clientes nuevos."
Me quedé en silencio, con los ojos llenos de lágrimas. "Gracias, don Roberto," le dije. "Nunca creí que llegaría a esto."
"Te lo mereces," dijo. "Has demostrado que eres una mujer fuerte y capaz, a pesar de todo lo que has pasado."
Salí de su oficina con la cabeza alta. Llamé a Luis de inmediato. "Luis, te tengo una noticia," le dije. "Me han puesto jefa de equipo en la oficina!"
"¡Qué genial, amor!" gritó por el teléfono. "Estoy muy orgulloso