LUIS EN MI HABITACIÓN.
-Que putas es ese ridículo del anillo, que fue eso que dijiste delante de todos que el papá de tus hijos estaría feliz, vamos Melina, no me quieras ver la cara de imbécil por favor, que está pasando.
Hoy por primera vez sentí que tenía la familia perfecta, esa con la que soñé desde niño, tus hijos vinieron a hacer eso, a hacerme feliz.
Yo sé que no son mis hijos biológicos, pero serán míos con apellidos y todo, así que ya no te iras de esta casa, seremos una familia feliz, con nuestros hijos, yo no te voy a poner un dedo encima, no me llamas la atención como mujer, pero mis hijos se quedarán conmigo si quieres irte vete, pero ellos se quedan.
En ese momento, sentí un frio recorrer todo mi cuerpo, este idiota quería quitarme a mis hijos, debía pensar una respuesta pronto, que no se notaran mis intenciones de irme de aquella casa apenas tuviera una oportunidad.
-Luis, me has hecho la mujer más feliz del mundo, mis hijos necesitaran un padre y tu eres ese hombre, hemos tenido algunas dif