LA PROPUESTA.
La noche anterior no pude dormir, pensando en el beso que Pablo me dio, posiblemente por el efecto del vino, se confundió, pero si no, si es que le gusto un poco, todo eso pensaba, le envié un mensaje a las chicas en nuestro grupo de whatsaap para ponernos de acuerdo con el almuerzo que siempre hacíamos los sábados, de inmediato me respondieron que en el mall que está al costado de mi apartamento, que hoy comeríamos comida rápida dijo Mili con el sticker de una hamburguesa y unas papas, todas de acuerdo, acordamos vernos a eso de las once de la mañana, era rutina de todos los sábados.
Sonó la puerta (de corazón esperaba que fuera Pablo, que pasó a saludar o a disculparse por lo de anoche, pensé que me diría que todo fue a causa del vino o algo así, aun no me lo creía), al abrir la puerta, el tonto de Luis, se me abalanzó a darme un beso, de inmediato lo paré, le dije que ni se le ocurriera, que cuando lo necesité no estuvo, que como era posible que había estado casi un mes en un hospi