 Mundo ficciónIniciar sesión
Mundo ficciónIniciar sesiónPasaron los días y la vida comenzaba a asentarse. Lissandro y Anna regresaron de su luna de miel radiantes, con la complicidad de los recién casados brillándoles en la mirada. Fueron al departamento de Anna para recoger sus cosas y mudarse definitivamente al de él.
—No quiero que Leandro llegue de sorpresa, además mi departamento es más grande y podrás decorarlo como quieras —dijo Lissandro mientras ayudaba a Anna a tomar su ropa.
—Me encanta la idea. — Le dijo Anna con una sonrisa, Lissandro la abrazó desde atrás, besándole el cuello
—Si quieres, podemos comprar una casa.
—Con tu departamento estoy bien, mi amor. Quizás más adelante una casa, pero por ahora tu departamento es suficiente.
Él la besó en los labios con ternura y juntos terminaron de empacar.
Al llegar, en la mesa de centro los esperaba una caja.








