Mundo ficciónIniciar sesiónLucía y Joaquín esperaban en el aeropuerto de América.
El avión privado aterrizó, y en cuanto las puertas se abrieron, Lissandro bajó con Anna entre sus brazos.
Ella estaba visiblemente afectada, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
Lissandro no la soltaba ni un segundo.
Al ver a Lucía, Anna corrió hacia ella y la abrazó con fuerza, rompiendo nuevamente en llanto.
Lucía la sostuvo entre sus brazos, llorando también, sin poder pronunciar palabra.
Lissandro miró a Joaquín, quien le hizo una mueca silenciosa de impotencia.
El dolor en el aire era casi físico.







