218. POSIBILIDADES Y DUDAS
El juez no respondió de inmediato. Luego de analizar de quiénes se trataban y lo que eso significaba, soltó un suspiro. Le recordó al senador que Ariel Rhys era su amigo personal y estaba muy enfermo.
—¿Estás seguro de que no es un malentendido? ¿Por qué no hablas mejor con él? Rhys es un hombre correcto; estoy seguro de que si le enseñas las pruebas, suspenderá esa boda —dijo con seguridad el juez.
—Sé que es un buen hombre —respondió Camilo, entendiendo al juez—. Pero debo asegurarme de que no se realice esa boda.
—¿Cuál es tu empeño? ¿Qué más te da? —preguntó el juez general, sin entender—. A lo mejor es una farsa para complacerlo; es su gran anhelo ver a su hijo menor casado. ¿Sabes que tiene cáncer? —preguntó el juez, tratando de evitar una pelea por gusto que lo pondría en medio de dos poderosos hombres y amigos personales—. Por favor, Camilo, mira cómo tratas a Rhys; sé respetuoso.
Luego volvió a guardar silencio antes de recordarle a Camilo que no era el único que tenía influe